La creatividad no tiene límites de edad, sexo o condición económica. Es el caso de un niño iqueño de 11 años, influenciado por la clase de reciclaje y medio ambiente que le impartió su maestra de escuela, decidió aplicar lo aprendido en su barrio y se puso a recolectar todas las botellas de plástico que encontró tiradas en las calles.
Cuando llegó a su casa con un costal lleno de botellas vacías, se preguntó, ¿y ahora qué hago con todo esto, ¿dónde las llevo, quien las va a recoger?
Es así que la terminar de pensar le vino a la mente la genial idea de crear un perro gigante, casi de su tamaño, para que sea más atractivo y así algún vecino se pueda llevar a su casa la mascota de plástico como adorno.
A los pocos minutos que colocó frente a su vivienda la colosal creación, más de una veintena de vecinos se detuvo para apreciar la obra de arte artesanal con material reciclado.
Luego de una andanada de preguntas, el jovencito contó cómo así le surgió la idea de juntar botellas de plástico esparcidas en casi todas las calles y de crear una especie de adorno para darles una especie de utilidad, siguiendo los patrones aprendidos en la escuela.
“Es como un perro guardián que cuida para que no tiren basura a la calle,” bromeó el niño al terminar de narrar cómo es que elaboró esta especie de monumento al reciclaje.
Cuando uno de los vecinos subió la foto del niño y su mascota del reciclaje, rápidamente fue tendencia en las redes sociales y muchos internautas pidieron que la municipalidad de Ica le otorgue un premio o reconocimiento al menor reciclador que en gran manera está contribuyendo a crear conciencia colectiva sobre el cuidado del ornato y del medio ambiente.
El alcalde Carlos Reyes Roque cuenta con todo un equipo de comunicadores que en cuestión de horas podría ubicar al niño ingenioso, no sólo para darle un reconocimiento, sino para exhibir en un lugar visible la colosal mascota de plástico reciclado, como un mensaje a los ciudadanos, hombres y mujeres, para que eviten arrojar a la vía pública las botellas vacías que ya no les sirven.
Daniel Bravo Dextre