La congestión vehicular el sábado último en la ciudad de Ica batió un record histórico, al extenderse desde las 10:00 de la mañana hasta las 6:00 de la tarde, un total de ocho horas de padecimientos de los transportistas y ciudadanía en general.
Se comprobó que Ica no cuenta con un Plan de Operaciones de Emergencia del Tránsito Vehicular, a fin de evitar la congestión, no autorizar desfiles y pasacalles, ni mucho menos abrir zanjas por todos lados de manera irresponsable.
Se avanza dos o tres calles, se culmina la obra y luego se continúa con otras calles. En la urbanización “Raúl Porras Barrenechea” las calles son un verdadero caos por zanjas abiertas, buzones sin tapa y polvareda infernal. Varios adultos mayores se han caído y han terminado hospitalizados.

Lo mismo está pasando en Av. Cutervo, calle Castrovirreyna, calle Puno, calle Juan de Loyola y otras arterias, donde las obras avanzan a paso de tortuga. A esto se agrega los paraderos informales, el estacionamiento en zonas rígidas, los pasacalles o desfiles que realizan las instituciones educativas de la ciudad por cualquier motivo, entre otras situaciones por falta de planificación y el divorcio que existe entre la Policía de Tránsito y los inspectores de Transporte de la municipalidad de Ica.
La semana pasada uno de los asesores legales de la comuna iqueña formuló una invocación a la Policía de Tránsito para que se integre a la labor municipal evitando desorden en las calles, y al día siguiente en lugar de una apertura saludable se registró un enfrentamiento verbal entre dos efectivos policiales y dos fiscalizadores de chalecos amarillos, al mediodía y en la céntrica Av. Grau.
El sábado, al cabo de dos horas de congestión se constituyó la Policía de Tránsito en el semáforo Socorro, Av. Finlandia y en otros puntos de la ciudad, y aun así no se pudo solucionar el caos porque el tránsito vehicular en realidad colapsó, debido a la circulación constante de vehículos pesados, omnibuses, mototaxis, colectivos, taxis y vehículos particulares.
Además de la cuidadosa planificación de las obras, el ordenamiento del tránsito vehicular y la restricción de pasacalles, una vez más se comprueba con mucho dolor que Ica necesita con urgencia renovar los cinco puentes que existen sobre el río Ica y construir dos o tres más para descongestionar el tránsito hacia los distritos de Parcona y La Tinguiña.

También es urgente y necesario que se construya una vía rápida y directa desde Pozo Santo hasta la antena de Ocucaje, debido a que muchos transportistas están utilizando el camino que va desde el semáforo Socorro hasta San Juan Bautista, generando gran congestión.
Entonces, lo primero que debería hacer el alcalde Carlos Reyes es exigir a las constructoras el cumplimiento de plazos, a fin de que procedan a parchar las pistas que fueron abiertas para la renovación de tuberías; restringir los pasacalles en coordinación con la DREI y la Prefectura, por lo menos hasta que concluyan las obras, e insistir para que la Policía de Tránsito se integre a las labores de reordenamiento.
Daniel Bravo Dextre