La inseguridad en la provincia de Pisco ha llegado a sus límites más altos, no sólo por el nefasto accionar de los delincuentes comunes que cometen robos y asaltos permanentemente, sino por el despiadado actuar de los sicarios que asesinan por encargo a ciudadanos indefensos o por ajuste de cuentas entre bandos.
Los sicarios en común son sanguinarios y temerarios, no sólo porque matan personas sino porque al abrir fuego en plena vía pública no les interesa si una bala pedida le desgracia la vida a terceras personas, que pueden ser mujeres, niños, jóvenes o ancianos que por desgracia del destino están en los precisos momentos en que ocurre el ataque desalmado.
En lo que va del año 34 personas han sido asesinadas en la región Ica, lo cual ha preocupado al representante de la Defensoría del Pueblo de Ica, Jorge Luis Hernández Velarde, quien ha manifestado que el sicariato es consecutivo en Pisco, por lo que ha demandado que el Frente Policial refuerce las acciones de Inteligencia, a fin de que la Policía actúe de manera preventiva y no reaccione únicamente ante hechos consumados, como lo viene haciendo.
Por su parte, el jurista iqueño José Carlos Ordoñez, en declaraciones a este diario regional ha demandado que el alcalde de Pisco, Juan Mendoza, asuma con mayor responsabilidad sus funciones de presidente del Comité Provincial de Seguridad Ciudadana de Pisco, conforme lo estipula la Ley Orgánica de Municipalidades que hace responsable a las autoridades ediles de las acciones de seguridad ciudadana como un servicio municipal.
“A puertas de cumplir 200 años de nuestra independencia, proclamada justamente con el grito de libertad, es muy lamentable que en la provincia de Pisco se le dé poca importancia a la alta cantidad de muertes que van este año a causa del sicariato, al punto que la prensa nacional cataloga a la provincia de Pisco como la más insegura y en el puesto número uno en muertes por este delito que se sanciona con pena efectiva de cárcel no menor de 25 años”, sostuvo el letrado.
En ese sentido, Ordoñez exigió que las autoridades municipales mejoren sus niveles de articulación con la Policía Nacional, con rondas permanentes a cargo del Serenazgo y una labor efectiva de Inteligencia Policial, con la finalidad de mejorar el servicio de seguridad ciudadana y evitar nuevos hechos de sangre condenables.
Daniel Bravo Dextre