El ataque de bandas armadas a la prisión civil de Puerto Príncipe, en la noche del sábado permitió la fuga de 3,597 presos, de un total de 3,696, lo que supone algo más del 97% de los reclusos de la que es la mayor cárcel de la capital haitiana, informó este domingo el Colectivo de Abogados para la Defensa de los Derechos Humanos (CADDHO).
Aunque no existen cifras oficiales, al menos unos quince de los presos evadidos fueron asesinados, según pudo comprobar EFE al contabilizar los cadáveres esparcidos por varios puntos de la capital, como Lalue o Christ Roi, aunque el mayor número de cuerpos, 10, se encontraba en los alrededores de la penitenciaría.
La noche del sábado, grupos armados se apoderaron de la Penitenciaría Nacional de Puerto Príncipe, la mayor prisión de Haití. Previo al motín, se registraron prolongados enfrentamientos a tiros entre la Policía y los asaltantes en los alrededores de la prisión.
“Los bandidos han tomado al asalto la Penitenciaría Nacional de Puerto Príncipe y han permitido la huida de un determinado número de detenidos”, informó la embajada de Francia en Haití.
Tras la toma de la cárcel, el Palacio Nacional podría convertirse en el próximo objetivo de los grupos armados, decididos a derrocar al gobierno del primer ministro Ariel Henry. La noche se desarrolla sin comunicaciones oficiales, marcada por ataques a instituciones públicas.
Hasta el momento no ha habido comunicaciones oficiales sobre lo que ocurrió la noche de este sábado, marcada por el ataque de pandillas a varias instituciones públicas.
Diversas versiones apuntan a que el objetivo de los grupos violentos sería ganar fuerza antes de la llegada a Haití de la misión multinacional de apoyo a la seguridad que encabezará Kenia.
Kenia y Haití firmaron en Nairobi un acuerdo bilateral solicitado por los tribunales del país africano para permitir el despliegue de un contingente de 1,000 policías de esa nacionalidad, dentro de la misión multinacional de apoyo a la seguridad que los kenianos liderarán y a la que la ONU dio su visto bueno en octubre pasado.
El jueves, cuatro agentes de policía perdieron la vida en la capital en una serie de tiroteos que incluyeron el aeropuerto internacional de Haití. Además, las bandas armadas tomaron el control de dos comisarías de policía, generando pánico entre la población civil y obligando al cierre de comercios y escuelas.
La Policía Nacional tiene aproximadamente 9,000 agentes para brindar seguridad a más de 11 millones de personas, según la ONU. Los agentes son superados en armas por las poderosas pandillas, que se estima controlan hasta el 80% de Puerto Príncipe.
Los reclusos que no han escapado hablaron ante la prensa de las malas condiciones de vida en la prisión civil de Puerto Príncipe, donde -al menos- tres cuartas partes de los internos están a la espera de juicio. “Estamos mal alimentados en la cárcel. Te dan comida blanca (enmohecida)”, dijo un preso de unos 60 años que ya ha pasado 12 de ellos en la cárcel, sin haber tenido la oportunidad de asistir al funeral de su madre, según relató a EFE.
“No podemos comprar agua. El agua que utilizamos para bañarnos es el agua que bebemos. El agua sucia es el agua que bebemos”, añadió este hombre, quien dijo que se siente atribulado porque está pasando por muchas dificultades en la cárcel.
Otro de los internos, que se identificó como Jameson Raphael, de 30 años, narró que “mucha gente murió. Muchos presos murieron incluso en los alrededores de la prisión” a raíz del asalto.
Entre los presos que decidieron no abandonar el recinto carcelario se encuentran los mercenarios colombianos acusados de participar en el asesinato de presidente haitiano, Jovenel Moise, en 2021, quienes ya la pasada noche enviaron mensajes que circularon por redes sociales relatando la angustiosa situación vivida durante el asalto.
Uno de ellos explicó a los medios que accedieron al interior del recinto, entre ellos EFE, por qué no huyó: “No me volé porque no debo nada. Estoy viviendo un karma, solamente Dios sabe lo que estoy viviendo y lo que me ha tocado vivir. No me volé porque no debo nada y aquí estoy dando la cara porque soy inocente, soy inocente ante el mundo, así que no debo nada”.
“Estoy acá en esta prisión, en este momento la prensa puede dar cuenta de cómo es este lugar. Soy inocente, yo a este lugar, Haití, vine con una propuesta de trabajo”, dijo ante los medios Francisco Eladio Uribe, exsoldado de Colombia. El Gobierno de Colombia pidió este domingo a Haití protección especial para esos 17 ciudadanos suyos y planteó al Gobierno que se evalúe la posibilidad de trasladarlos a otra cárcel que ofrezca mayor seguridad.
En el centro de la capital la gente sigue abandonando las zonas en las que se suceden los enfrentamientos, incrementándose así el número de personas desplazadas que viven en campos de refugiados huyendo de las bandas armadas.
El Hospital Universitario del Estado (HUEH), único hospital público de la capital, dejó de funcionar debido a sangrientos enfrentamientos entre fuerzas policiales y bandas armadas.
“No podemos seguir operando debido a los enfrentamientos que se están produciendo en los alrededores del hospital desde hace tres días”, dijo el director del hospital, el doctor Jude Milcé.
Haití vive una escalada de la violencia desde que el primer ministro de Bahamas, Phillip Davis, asegurara el jueves que su par haitiano, Ariel Henry, se había comprometido a celebrar elecciones antes del 31 de agosto de 2025.
Henry asumió el cargo de primer ministro tras el asesinato del presidente Jovenel Moise en 2021 y ha pospuesto repetidamente los planes para celebrar elecciones parlamentarias y presidenciales, que no se han celebrado en casi una década. (Tomado de infobae.com)