Edwin Vásquez Mansilla
Abogado, docente universitario
08 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es un día muy especial, es la reivindicación plena de la mujer real, de la que tiene sentimientos sublimes, de la que ofrece amor sin esperar recompensa alguna; de quien es la vida misma y se convierte -a su vez- en el origen y el final de la vida. Es el día de la mujer de carne y hueso, que sabe de sufrimientos y tristezas, pero también de felicidades y alegrías. Es el día de la mujer que por naturaleza es solidaria y con actos grandes o pequeños contribuye a buscar la felicidad de la humanidad entera, de hombres y mujeres, ancianos y jóvenes, porque ellas no tienen ojos para las diferencias, menos para las discriminaciones.
Comprendemos a quienes convierten esta fecha en un día de fiesta, de diversión. Quienes, convirtiendo este día en negocio, cambian el sentido del homenaje a la mujer y premeditadamente se olvidan del sacrificio de 129 obreras textiles de la fábrica estadounidense Sirtwood Cotton, quienes, ese día en 1908, se declararon en huelga y fueron asesinadas cruel y sanguinariamente por orden del empleador, quien prefirió quemarlas vivas en la fábrica a reconocerles sus derechos, entre ellos a la reducción de las horas de trabajo, pues las obligaban a trabajar de 10 a 12 horas diarias, y el pago de un salario justo; pero, como madres abnegadas también exigían que termine la explotación de los menores de edad (de 8 y 9 años), que los contrataban para los trabajos más delicados en textilería. Gracias a ellas, la humanidad hace uso de esos derechos ahora.
Pocos entenderán lo que significa morir calcinadas. Pienso que en algún lugar retumbará todavía el grito sangriento de las mujeres, muchas de ellas madres que gritaban por el dolor; el solo recordar ese suceso nos transforma y nos genera tanto dolor humano, que es difícil de aplacar.
En honor a esas mujeres busquemos colectivamente construir un mundo donde todas las mujeres se sientan incluidas, y todos los seres humanos dignos y respetados. Un mundo donde tengamos las mismas oportunidades, hombres y mujeres, y juntos caminemos con libertad teniendo la misma seguridad en el lugar que nos encontremos, incluido nuestras casas, y desaparezca la violencia que azota nuestros pueblos.
Feliz día de la mujer del mundo, en sus diferentes posiciones, como hijas respetuosas de sus padres, como madres respetuosas de sus hijos y demás familiares, como hermanas comprensivas y solidarias. En la posición que se encuentren son las protagonistas de su propio destino; celebran los triunfos y las derrotas no existen porque es el comienzo de un nuevo reto, siempre con valentía y decisión. Las mujeres son únicas y especiales.
Una muestra es Clara Zetkin, infatigable luchadora por los derechos de las mujeres. Valiente y decidida, perseguida por el Canciller de Alemania Otto Von Bismarck, en 1890 organiza la sección femenina del Partido Socialista, del cual era parte; crea en 1891 la Revista LA IGUALDAD, que llegó a tener 125,00 suscriptores. Su perseverancia la lleva en 1907 a contribuir con organizar la Primera Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, en Stuttgart, Alemania, donde se funda la Internacional Socialista de Mujeres, donde se le designa como secretaria Internacional de la Mujer. En el II Encuentro Internacional de Mujeres Socialistas, que se celebró en 1910 en Copenhague, Dinamarca, la delegación alemana, integrada por Kathy Duncker y Clara Zetkin, en representación del Partido Socialista Alemán, presentaron la propuesta de conmemorar un «Día Internacional de la Mujer» o «Día de la Mujer Trabajadora», sustentada por Clara Zetkin, basada en la necesidad de mejorar las condiciones de vida de la mujer en general y de la mujer obrera en particular, dijo: «Se debe comprender la importancia que tiene hacer participar activamente a las mujeres en todas las ramas de la lucha del proletariado; debemos hacer que las mujeres participen tanto en la organización como en la producción”.
Desde 1910, transcurrieron 67 años desde que Clara Zetkin propuso a la II Internacional Socialista de Mujeres y esta aprobara el día internacional de la mujer, para que el 16 de diciembre de 1977, la Asamblea General de la ONU, acordara declarar el DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER, cada 08 de marzo de todos los años.
Practiquemos la gratitud y sea esta fecha propicia para recordar a cada una de las mujeres que, día a día, con su ejemplo y su amor transforma personas y sociedades. A todas ellas, bien representadas por Clara Zetkin, de nacionalidad alemana, de origen judío, quien nació el 5 de julio de 1857 y murió el 20 de junio de 1933, periodista, activista y pionera en la defensa de los derechos de la mujer, gestora para que se reconozca el día 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer en el mundo, en honor a las obreras que fallecieron calcinadas. En su honor y homenaje a ellas, Feliz Día de la Mujer.