12 de setiembre de 1820 – 2023
Los jinetes afroperuanos y los caballos de guerra del Libertador San Martín
| Mg. Juan Carlos Romaní Chacón
Presidente del Comité Patriótico Bicentenario
de la Independencia del Perú – Provincia de Ica
“El día 12 el general desembarcó con todo su cuartel general y se estableció en la gran casa del Marqués de Campo Ameno. Parecía que la presencia del general a la cabeza del ejército era un talismán que inspiraba nuevo aliento y valor en el alma de todos, pues cada vez que se presentaba a la tropa, en los ejercicios, en los cuarteles o en las guardias, se retrataba en sus semblantes la alegría y satisfacción. Antes de desembarcar el general, había fondeado en Paracas el bergantín Nancy, que conducía los caballos del ejército, y dio orden que en el acto se desembarcasen para que refrescaran en tierra y se repusiesen de las fatigas de la estrechez en que habían pasado más de 25 días: luego se trasladaron a Pisco, donde se bañaron en el río, comieron alfalfa en algunos potrerillos que había y, por la noche, ya pudieron montarse avanzadas de Granaderos y Cazadores a caballo, que al otro día marcharon a Caucato y Chincha a colectar caballos y ganado”. (1)
Especializado en el arma de Caballería, el general José de San Martín y Matorras, Libertador de Argentina, de Chile y del Perú, dejó para la posteridad; la creación de muchos escuadrones y regimientos de caballería que hicieron fuertes y poderosos al Ejército de los Andes, al Ejército de Chile y al Ejército Libertador del Perú. Presentamos dos casos extraordinarios y un contraste desigual, transcurridos 203 años de la epopeya de la Escuadra Libertadora en el mar y 203 años del histórico desembarco del Ejército Libertador en la bahía de Paracas, de la hermana provincia de Pisco.
El primer caso, digno de admirar. El legendario Regimiento de Granaderos a caballo, creado por San Martín, hoy lleva el nombre de Regimiento de Granaderos de San Martín, y en la actualidad cuenta con su propio cuartel general, su propia escuela de cadetes, dotada de la más moderna tecnología digital, su propio taller de confecciones de los uniformes de época con todos sus accesorios; su propia caballeriza; su propio taller de confecciones de botas, correajes; y es la guardia personal del presidente de la República de Argentina, incluyendo la guardia del Museo del Ejército, y equipado con modernos tanques y equipos de asalto antiterroristas, con artillería pesada y una sección de infantería, integrada por comandos de élite. Esto se llama revalorar y rendir honores, todos los días, a la vida y obra de San Martín y de la Expedición Libertadora.
El segundo caso es el monumento a la desidia, a la indiferencia, a la falta de valores y la falta de identidad de una región y de un país. Es el caso del Escuadrón de Caballería “Auxiliares Patriotas” de Ica, integrado por 96 jinetes negros, expertos jinetes del poderoso caballo peruano de paso. La raza negra del Perú tiene el orgullo de decir que fue el propio San Martín quien seleccionó a los mejores jinetes afroperuanos de Chincha, Pisco, Ica, Palpa y Nasca. San Martín creó este escuadrón, hoy olvidado, para ser la primera unidad del naciente Ejército del Perú Independiente. Fueron 96 jinetes esclavos negros, al mando del legendario capitán argentino don José Félix Aldao, quien posteriormente triunfó en diferentes combates en la campaña libertadora, al mando de su aguerrido escuadrón de jinetes afroperuanos. El fraile -y después soldado- se casó con una hermosa peruana y retornó a su patria para seguir peleando y llegó a ser un gran militar de alto rango y gobernador. Hoy, Aldao es idolatrado en Argentina, y la historia del escuadrón de negros peruanos, se mantuvo oculta por 203 años. Siempre fue una historia escrita con orgullo por historiadores peruanos y extranjeros …pero nunca se hizo una masiva difusión por parte de los gobiernos centrales de turno. El racismo es otra guerra más destructiva que la pandemia del covid-19.
El 21 de octubre de 1820, San Martín ordenó la presentación oficial de dicho escuadrón de jinetes afroperuanos en la plaza de armas de Ica y ordenó que enarbolen la Bandera primigenia del Perú, creada por el Libertador y oficializada ese mismo día, por decreto, desde el cuartel general de Pisco. Ese histórico día se realizó la proclamación de la independencia de Ica, y ese mismo día inició otra gigantesca marcha de campaña el coronel mayor Juan Antonio Álvarez de Arenales, con la legendaria Expedición de la Sierra, desde la plaza de armas de Ica, para libertar las regiones hermanas de Huancavelica, Ayacucho, Huancayo y Cerro de Pasco, siempre enarbolando la primera Bandera del Perú, creada en Paracas, Pisco.
Sin embargo, ante la proximidad de la fecha histórica del 21 de octubre del 2023, cuando vamos a conmemorar el Bicentenario de la Independencia de la región Ica, hasta la fecha son pocas las instituciones, son pocas las autoridades y pocas las empresas privadas de la región que vienen impulsando alguna campaña de concientización, frente al Bicentenario y en tiempos de pandemia.
El titánico esfuerzo que viene realizando la municipalidad provincial de Ica, con la Biblioteca Municipal “José de San Martín”, así como la municipalidad provincial de Pisco, la municipalidad provincial de Chincha, la municipalidad distrital de Paracas y otras prestigiosas instituciones, como el Colectivo Pisco Rumbo al Bicentenario y al Futuro, la Universidad Nacional “San Luis Gonzaga”, el Colegio Médico, el Colegio de Periodistas, el Colegio de Ingenieros. Son valiosos esfuerzos que no son suficientes. Hacemos votos para que esta situación mejore, con la participación decidida de las grandes entidades públicas y privadas de nuestra región.
Repasemos ahora algunas páginas de la historia de oro de la región Ica y del Perú, en tiempos de pandemia y en el Bicentenario:
Los soldados del Libertador San Martín
En 17 años de armas en España, África, Francia y Portugal, ganó los galones de capitán, y de vuelta a la península hizo la campaña de Bailén bajo el General Castaños. En Albufera mereció ser nombrado Comandante del Regimiento de Sagunto (15 de mayo 1811). La guerra de la independencia grasaba ya en Buenos Aires desde 1810, cuando San Martín se embarcó para Londres, buscando una nave que le condujera a su patria. El 9 de marzo llegó a Buenos Aires en la fragata inglesa Jorge Canning; contaba 34 años. A los cuatro días se le dio de alta en el ejército, y en el acto se hizo sentir su influencia en la disciplina y en la buena organización. Sus soldados eran tan valientes como piadosos, templados en el temor a Dios. Después de la tercera lista rezaban el rosario. Los domingos, vestidos de gran parada, oían misa y se les predicaba sobre el heroísmo, la subordinación, el amor a la carrera, el patriotismo y otros temas escogidos por él. Estimaba mucho a los oficiales pundonorosos y creía que le ofendían personalmente los insubordinados; apreciación errónea que le condujo a estimar como atentados graves contra su autoridad simples delitos políticos. Se puede decir que él señaló el verdadero rumbo de la emancipación, haciendo que los movimientos de todos los cabecillas convergieran a un solo punto.
Fuentes:
(1) “APUNTES HISTÓRICOS SOBRE LA EXPEDICIÓN LIBERTADORA DEL PERÚ 1820”
Por el Coronel D. Gerónimo Espejo
(Antiguo ayudante del Estado Mayor del Ejército de los Andes)
Buenos Aires, Imprenta y Librería De Mayo, 1867